10 cosas que pueden pasar al traducir un documento con Google Translate

Article

Cuidado con La Máquina. Puede parecer tu amiga, pero sin la vigilancia humana apropiada acabará apuñalándote por la espalda. ¿Recuerdas a Hal 9000, el ordenador diabólico de 2001: Odisea en el espacio? En ocasiones, Google Translate puede acabar actuando como este traicionero software inventado por Arthur C. Clarke y Stanley Kubrick. Es una herramienta tecnológica seductora, práctica y que te permite solventar obstáculos babélicos con relativa fluidez. Ahora bien, ¿quién no ha tenido problemas con sus diabólicos resultados?

Los errores más frecuentes de Google Translate

A menudo, las traducciones automáticas con Google Translate arrojan resultados más parecidos a un poema surrealista que a lo que de verdad pretendemos obtener. Y eso no estaría del todo mal si limitáramos nuestra actividad a traducir poemas de Trastan Tzara, pero todos sabemos que se recurre a Google para otro tipo de cometidos. Estas son las calamidades más habituales con las que te podrás encontrar si lo fías todo a la magia robótica de tu buscador de referencia.

1. Traducción de títulos en versión original

Muchos títulos de películas y todos los de las canciones (y sus grupos) permanecen en su idioma nativo. Imagínate acabar hablando de la famosa canción Escalera hacia el cielo del popular grupo Armas y rosas

2. Cuidado con los clítoris gallegos

Este error ya ha sido subsanado por la compañía, pero es indicativo de la poca fiabilidad del proceso, ya que puede reproducirse con otras palabras de otras lenguas. Nos referimos a la traducción de grelo, alimento típico de Galicia, como clítoris cuando se pretendía hallar su equivalente en españolGastrónomos y sexólogos convendrán en que ambos elementos proporcionan placer a través de la boca, pero un error de este calibre puede dar pie a confusiones sonrojantes.
Hyundai tampoco consideró las particularidades regionales de España a la hora de estrenar su coche Kona en el mercado nacional, ya que este ha sido objeto de chistes por su naturaleza controvertida en Galicia. Recordemos que la palabra cona, idéntica a nivel fonético a la marca Kona de Hyundai se refiere a la parte del aparato reproductivo femenino en gallego. Hyundai Portugal enseguida puso remedio a ello y para los mercados lusófonos el Kona se llama Kauai.

3. Donald Trumpeta

Si se pretende traducir el nombre del actual presidente de Estados Unidos al cebuano, una lengua hablada por más de 21 millones de personas en el mundo, el resultado es Donald Trumpeta. Dejando a un lado consideraciones sobre si se trata de un instrumento desafinado o no, ya sabemos lo que le diría el principal afectado al algoritmo de Google: you’re fired!

4. Algoritmo sexista

Alguien debería decirle a Google que vivimos en el siglo XXI, ya que si pones «men are men and men should clean the house», el programa te sugiere que cambies la frase por «men are men and women should clean the house». ¿Tal vez fue uno de los últimos cambios introducidos por James Damore antes de ser despedido?

5. Justin Bieber y la sexualidad

Google no parte de un conocimiento humano ni trabaja con criterios fundamentados, sino que es matemática pura y dura. Eso explica que tienda a traducir «Justin Bieber es feliz» como «Justin Bieber es gay». La palabra gay tiene la alegría como una de sus acepciones, si bien es mucho más utilizada para referirse a la homosexualidad. Y ante la cantidad de gente que pretende averiguar las preferencias amatorias del cantante, el programa acaba tomando esa tendencia como un elemento a valorar.

6. Pérdida de sensibilidad

Si quieres traducir un poema, Google Translate cambiará el significado de las palabras al idioma de destino que elijas, pero ¿qué ocurre con la métrica? ¿Y el ritmo? ¿Y la pausa? La musicalidad de un escrito lírico es uno de los factores más determinantes que caracterizan el estilo literario. Y ahí es imprescindible el criterio humano.

7. Latinismos y español neutro

El castellano de Google es una mezcolanza entre todas las variantes que se presentan en los países hispanoparlantes, pero no resulta adecuado decir carro como coche si estamos escribiendo un texto para un público español ni tampoco el verbo coger puede usarse alegremente si nos dirigimos a lectores argentinos…

8. Frases hechas

En lenguaje es complicado y de programación estrictamente estadística de Google no siempre entiende de refranes, frases hechas o lenguaje figurado. Donde esté el conocimiento erudito de un traductor que se quiten los unos y ceros.

9. Nombres propios

El futbolista belga Thomas Vermaleen empieza a triunfar en el Barça tras varios años de lesiones, pero Google sigue sin conocerlo lo suficiente. Si se traduce su nombre al idioma corso, el programa da como resultado Thomas Capita por motivos enigmáticos. Igual le sucede a Shakira, que ha visto cómo la herramienta la calificaba como maniática al tratar de traducirla al mismo idioma.

10. No todos los caminos llevan a Roma

Si se traduce la palabra española aroma, Google y su anglocentrismo acaban llevándote a la capital italiana con la fórmula to Rome.
Este último ejemplo nos sirve como cierre perfecto. ¿No dicen que preguntando se llega a Roma? ¡Pues pregúntale a un traductor profesional! Google Translate no deja de ser una amalgama numérica que utiliza siempre el inglés como referencia y que carece del criterio sofisticado que puede tener una persona con años de experiencia navegando entre libros. Lo barato sale caro y lo rápido… más.

Nuestros valores

Tu éxito es nuestro éxito

Rapidez y confidencialidad

Traductores nativos especializados

Garantía cero errores

«La traducción es el precio que se tiene que pagar para convertir una oportunidad en éxito»

Preguntas

España: +34 93 187 6994

Italia: +39 06 983 52558

Reino Unido: +44 208 180 1993

Formulario

Advertencia importante: le aconsejamos que lea detenidamente el contenido del presente texto legal con carácter previo a facilitar cualquier dato de carácter personal a través de la web de Bibielle Global Translations, SL., propietaria y responsable de la correcta aplicación de la Política de Privacidad.
De conformidad con la normativa de aplicación a la protección de datos de carácter personal, y conforme a las nuevas disposiciones contenidas en el Reglamento General Europeo de Protección de Datos (en adelante RGPD), de directa aplicación el 25 de mayo de 2018, Bibielle Global Translations, SL le informa de lo siguiente:
i. Datos de contacto del Responsable del tratamiento: Bibielle Global Translations, SL (en adelante BBL), con CIF B65336885 y domicilio social en Calle Cartagena 241, Barcelona, 08025 España y correo electrónico de contacto legal@bbltranslation.eu

ii. Finalidades: los datos recogidos mediante el correo electrónico de contacto, o formulario para la solicitud de presupuesto de servicios, serán incorporados a los ficheros titularidad de BBL con la finalidad de atender, tramitar y dar respuesta al objeto de su solicitud o contacto. Los datos facilitados no serán utilizados con finalidades distintas a las que motivó su recogida.

iii. Adicionalmente, y de manera voluntaria, podrá prestar su consentimiento (marcando la correspondiente casilla o registro) para el envío, por cualquier vía y/o medio electrónico, de comunicaciones comerciales y mantenerle informado, acerca de los servicios que, siendo similares a los actuales, puedan resultar e su interés, y BBL ofrezca a sus Clientes y usuarios en condiciones más ventajosas, y la realización de encuestas de mercado o satisfacción del cliente.

iv. Conservación: los datos serán conservados por el tiempo exclusivamente necesario para alcanzar los fines que motivaron su recogida, dar respuesta al objeto de su solicitud o contacto y mientras exista un interés mutuo, siendo suprimidos cuando dejen de ser necesarios a tales fines, finalice la relación comercial o contractual entablada, salvo que su conservación venga dispuesta por una obligación legal.

En el caso de prestar su consentimiento para el envío de comunicaciones comerciales, los datos personales serán tratados de forma activa mientras ostente la condición de Usuario, o no revoque su consentimiento.

v. Comunicación de datos: en ningún caso sus datos serán cedidos o comunicados a terceros, salvo obligación legal; ni se efectuará transferencias internacionales de los mismos, salvo consentimiento inequívoco del interesado, previa información de los posibles destinatarios, finalidad y, en su caso, país de destino.

vi. Deber de secreto: BBL cumple estrictamente el deber de secreto y confidencialidad de los datos de carácter personal, habiendo implementado, a estos efectos, las medidas de índole técnica, organizativa y de seguridad necesarias para evitar su alteración, pérdida, tratamiento y/o acceso no autorizado, habida cuenta del estado de la técnica, la naturaleza de los datos almacenados y los riesgos a que están expuestos, todo ello, conforme a lo establecido por la legislación española y europea de Protección de Datos de Carácter Personal.

vii. Derechos que asisten al interesado:

a. Ejercitar los derechos de acceso, rectificación, supresión y oposición, limitación del tratamiento, portabilidad de datos y no ser objeto de decisiones individualizadas automatizadas, mediante escrito dirigido a Bibielle Global Translations, SL, Calle Cartagena 241, Barcelona, 08025 España o a través de la dirección de correo electrónico legal@bbltranslation.eu indicando el objeto de su solicitud, y acompañando DNI o pasaporte que le identifique.
b. Reclamar ante la Autoridad de Control: si un usuario considera que no se está haciendo buen uso de sus datos, y no es atendido por BBL podrá dirigir una reclamación a la autoridad de protección de datos que corresponda, siendo la Agencia Española de Protección de Datos la indicada en nuestro País.

viii. En el supuesto de que reciba comunicaciones comerciales por medios electrónicos, de conformidad con la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico (LSSICE), podrá retirar su consentimiento, darse de baja o modificar sus datos utilizando el mismo canal, a través de la dirección de correo electrónico legal@bbltranslation.eu que se designará en cada comunicación.