A continuación, presentamos la traducción humana del artículo https://www.npr.org/sections/money/2023/01/17/1149206188/this-22-year-old-is-trying-to-save-us-from-chatgpt-before-it-changes-writing-for de la lengua inglesa a la lengua española.
Mientras muchos americanos se recuperaban de su resaca el día de año nuevo, Edward Tian de 22 años, trabajaba arduamente en una nueva aplicación para combatir el mal uso de una nueva y poderosa herramienta de inteligencia artificial llamada ChatGPT.
Dado el revuelo que causó, es probable que hayas escuchado sobre ChatGPT. Es un robot interactivo de mensajería impulsado por aprendizaje automático. La tecnología básicamente ha devorado todo el Internet, mediante la lectura de trabajos colectivos de la humanidad y patrones de aprendizaje del lenguaje que este puede recrear. Todo lo que tienes que hacer es darle un mensaje y ChatGPT puede crear una infinita gama de cosas: escribir una historia en un estilo determinado, responder una pregunta, explicar un concepto, componer un correo electrónico (escribir un ensayo universitario) y, en segundos, entregará textos coherentes aparentemente escritos por un humano.
Esta tecnología es tanto asombrosa como aterradora.
«Creo que sin duda estamos en un punto de inflexión», afirma Tian. «Esta tecnología es increíble. Creo que es el futuro, pero al mismo tiempo, es como si abriéramos la caja de pandora y necesitamos protecciones para adoptarla de manera responsable».
Tian es un estudiante de último año en la Universidad de Princeton, en la cual se especializa en informática y su subespecialidad es periodismo. Antes de su última incursión al centro de la atención pública, las mayores ambiciones de Tian eran graduarse de la universidad y sacarse las muelas del juicio. Ahora, recibe llamadas de empresas de inversiones de riesgo, líderes educacionales y medios de comunicación internacionales.
A lo largo de los últimos años, Tian ha estudiado un sistema de inteligencia artificial llamado GPT-3, un predecesor de ChatGPT, que era menos amigable con el usuario y tremendamente inaccesible para el público general, ya que era de pago. Como parte de sus estudios durante este semestre de otoño, Tian investigó cómo detectar textos escritos por el sistema de inteligencia artificial, mientras trabajaba en el laboratorio de procesamiento del lenguaje natural de Princeton.
Luego, cuando el semestre llegaba a su fin, OpenAI, la compañía detrás de GPT-3 y otras herramientas de inteligencia artificial, lanzó ChatGPT de forma gratuita para el público. Para los millones de personas alrededor del mundo que lo han utilizado desde entonces, interactuar con esta tecnología ha sido como echar un vistazo al futuro. Un futuro que hace no mucho tiempo hubiera parecido algo propio de la ciencia ficción.
A pesar de haber estudiado la inteligencia artificial, Tian, como el resto de nosotros, quedó anonadado por el poder de ChatGPT. Él y sus amigos lo usaron para escribir poemas y raps los unos de los otros. «Y reaccioné: “Guau, estos resultados son muy buenos», dice Tian. Parecía que todos en el campus hablaban de lo increíble que es esta tecnología. Claro, el texto que genera es bastante formulista y no siempre acertado, pero también se siente como el comienzo de una revolución.
Para muchos usuarios de esta nueva tecnología, el asombro rápidamente se convirtió en sobresalto. ¿Cuántos trabajos se perderán por esto? ¿Potenciará esto a actores nefastos y corromperá aún más nuestro discurso público? ¿Cómo afectará esto a nuestro sistema educacional? ¿Qué sentido tiene aprender a escribir ensayos en la escuela cuando la inteligencia artificial (la cual se espera que mejore de manera exponencial en el futuro cercano) puede hacerlo por nosotros?
Stephen Marche, el mes pasado mientras escribía en The Atlantic, declaró: «El ensayo universitario está muerto». Él describe ChatGPT y la revolución de la inteligencia artificial como parte de una crisis existencial para las humanidades. «El ensayo, en particular el ensayo de grado, ha sido el centro de la pedagogía humanista por generaciones», escribe Marche. «Es la forma en la que enseñamos a los niños cómo investigar, pensar y escribir. La totalidad de esa tradición está por ser alterada desde su base».
Edward contra la máquina
Luego del término del semestre de otoño, Tian viajó a su casa en Toronto para pasar las vacaciones. Compartió con su familia, vio Netflix, pero no pudo dejar de pensar sobre los desafíos monumentales que enfrenta la humanidad dado el rápido avance de la inteligencia artificial.
Y, luego, tuvo una idea. ¿Qué pasaría si él aplicara lo que aprendió en la universidad a lo largo de estos últimos años para ayudar al público a identificar si algo ha sido escrito por una máquina?
Tian ya sabía cómo e incluso tenía el software en su portátil para poder crear ese programa. Irónicamente, este software, llamado GitHub Co-Pilot, está impulsado por GPT-3. Con su ayuda, Tian pudo crear una nueva aplicación en tres días. Es un testimonio del poder de esta tecnología para hacernos más productivos. El 2 de enero, Tian lanzó su aplicación. La nombró GPTZero. Básicamente, usa ChatGPT en contra de sí mismo, al comprobar si «hay cero participación o mucha participación» del sistema de inteligencia artificial en la creación de un texto dado.
Cuando Tian se fue a la cama esa noche, él no tenía muchas expectativas de su aplicación. «Cuando la lancé, solo pensé que, en el mejor de los casos, tal vez unas cuantas docenas de personas la probarían», declara Tian. «No esperaba lo que sucedió».
Cuando Tian despertó, su teléfono no paraba de sonar. Vio incontables mensajes de texto y mensajes privados de periodistas, directores, profesores, una variedad increíble de personas de lugares tan lejanos como Francia y Suiza. Su aplicación, la cual está albergada por una plataforma gratuita, se volvió tan popular que se cayó el sistema. Emocionado por la popularidad y el propósito de su aplicación, la plataforma de albergue, desde entonces, le concedió a Tian los recursos necesarios para ampliar los servicios de la aplicación a una audiencia masiva.
Lucha en contra de la «Hallmarkización» de todo
Tian declara que tiene un par de motivaciones iniciales para crear GPTZero. La primera es la transparencia. «Los humanos merecen saber cuándo algo está escrito por un humano o por una máquina», afirma.
Siguiendo esta línea, un uso posible para GPTZero es ayudar a los docentes a identificar cuando sus estudiantes están plagiando sus ensayos de ChatGPT. «Los docentes de todas partes del mundo están preocupados por esto», dice Tian.
Sin embargo, algunos del sector de la tecnología, no están completamente convencidos de que copiar y pegar lo que genera ChatGPT sea realmente un problema. «El plagio mediante ChatGPT no es en lo absoluto un problema», tuiteó a principio de mes Marc Andreessen, un inversionista de riesgo y pionero de Internet. «Si no puedes escribir mejor que una máquina, ¿por qué estás escribiendo?».
Elon Musk, uno de los cofundadores originales de OpenAI, tuiteó recientemente en respuesta a los reportes de que las escuelas estaban imponiendo nuevas medidas estrictas en contra del plagio por ChatGPT: «Es un nuevo mundo. ¡Adiós tarea!».
Está claro que estos son tuits poco serios, pero verdaderamente se siente como que entramos a un nuevo mundo, en el cual estamos siendo forzados a reevaluar nuestro sistema educacional e incluso el valor (o al menos el método) de enseñar a los niños cómo escribir.
Muchos de nosotros perdimos la voluntad (o incluso nuestra habilidad) para recordar números de teléfono cuando aparecieron los teléfonos móviles. Al delegar la memorización a una máquina, nos hemos vuelto dependientes de esta para llamar a nuestros amigos y a nuestra familia. Podrías decir que ha sido para mejor y que ha liberado nuestras mentes para concentrarse en otros asuntos. También, puedes considerarlo como un tipo de involución, una forma de disminuir nuestras capacidades mentales. ¡No pierdas tu móvil!
Ahora la humanidad se enfrenta a la perspectiva de una dependencia todavía mayor de las máquinas. Es posible que nos dirijamos hacia un mundo en el que una franja aún mayor de la población pierda su capacidad de escribir bien. Es un mundo en el que toda nuestra comunicación escrita podría llegar a ser como una tarjeta de Hallmark, escrita sin nuestra propia creatividad, personalidad, ideas, emociones o idiosincrasia. Llámalo la «Hallmarkización» de todo.
No obstante, al menos cuando damos una tarjeta de Hallmark, las personas saben que les estamos dando una tarjeta de Hallmark. Si usas ChatGPT para escribirle a tu amigo una felicitación o una disculpa, puede que ellos no sepan que lo escribió una máquina.
Lo que nos lleva al otro propósito que Tian contempla para su aplicación: identificar e incentivar la originalidad en la escritura humana. «Estamos perdiendo esa individualidad si dejamos de enseñar escritura en las escuelas», afirma Tian. «La escritura humana puede ser tan hermosa y hay aspectos de esta que los ordenadores nunca deberían acaparar. Y se siente como que eso puede estar en riesgo si todos usan ChatGPT para escribir».
Tian no es un ludita, él no está tratando de detener la inteligencia artificial en sus avances. Afirma que él cree que eso es imposible y se opone a las prohibiciones generales del uso de ChatGPT, como la anunciada recientemente por los colegios públicos de Nueva York. En su opinión, los estudiantes utilizarán la tecnología de todos modos y es importante que aprendan a utilizarla. Tienen que ser conscientes de los cambios tecnológicos que están sacudiendo nuestro mundo. «No tiene sentido que nos adentremos a ciegas en ese futuro», afirma. «En lugar de eso, hay que construir las protecciones para entrar en ese futuro».
En lo que respecta a sus planes para después de la universidad, Tian dice, el entusiasmo (y la clara demanda) por su nueva aplicación lo ha convencido de que se debería concentrar en hacerla un producto mejor y más preciso. «Si eres un docente o educador, los integrantes de nuestro equipo (el cual ahora mismo está conformado solo por mí y mi mejor amigo de la universidad, quien se unió ayer) estaríamos encantados de conversar contigo», afirma Tian.
Entonces, si te encuentras con algún texto que sospechas que puede haber sido escrito por una máquina, ¿tal vez podrías comprobarlo en la nueva aplicación de Tian? La puedes encontrar en GPTZero.me