Imagina que estás en una cafetería, con tu bebida favorita en las manos, y en el vaso de papel que te han servido lees algo que te desconcierta: «Plostica». ¿Una errata? No, parece un error de traducción. Incluso en traducciones profesionales, un descuido así puede tener consecuencias importantes en las que a menudo no se piensa lo suficiente.
Estamos acostumbrados a pensar que una traducción es solo cuestión de palabras, pero, en realidad, es mucho más: se trata de cuidar nuestra imagen, nuestra marca y nuestra reputación. Y, cuando hablamos de traducciones corporativas, la precisión es crucial. En este post, exploraremos un caso curioso y, en cierto modo, emblemático de cómo un simple error de traducción -como el que podemos encontrar en un vaso de papel que pone «Plostica» en lugar de «Plastica»- puede parecer irrelevante, pero en realidad acarrea implicaciones mucho más amplias.
¿Por qué puede salir caro un error de traducción?
Al decidir si invertir o no en una traducción profesional, lo primero que aconsejamos a nuestros clientes es que piensen en cuánto están pagando por el material en el que se imprimirá la traducción. Un error de traducción, por pequeño que parezca, puede causar daños económicos y de reputación que, a la larga, superen con creces el coste inicial de una traducción de calidad.
Pensemos, por ejemplo, en el caso de una empresa que encarga miles de vasos de papel para su café para llevar con la palabra «Plastic» impresa en ellos, pero debido a un error de traducción, esa escritura aparece como «Plostica». A primera vista, puede parecer un pequeño error, fácil de pasar por alto. Sin embargo, permíteme mostrarte cómo este simple detalle puede convertirse en un problema mucho mayor.
1. Daños económicos directos:
Imprimir miles de vasos pequeños con una traducción incorrecta no es un error que pueda corregirse fácilmente. Imagínate el coste de rehacer todo el material: imprimir otra vez nuevos vasos de chupito cuesta, sin duda, mucho más que una traducción correcta desde el principio. Y no estamos hablando de una sola impresión, sino de toda una producción. Se trata de un gasto innecesario que podría haberse evitado simplemente invirtiendo en una traducción profesional desde el principio.
2. Daños a la reputación y a la imagen de marca:
El mayor daño, sin embargo, es el reputacional. Un error de este tipo no solo crea confusión entre los clientes, sino que también puede minar la confianza en la marca. Piensa en el mensaje que puede transmitir un error de este tipo: una sensación de descuido, superficialidad o incluso incompetencia a la hora de tratar con el mercado internacional. En un mundo globalizado en el que las empresas compiten por la atención de los consumidores, un pequeño error de traducción puede convertirse en un gran obstáculo para el éxito de un producto o servicio.
El caso de «Plostica» es un claro ejemplo de ello. No se trata solo de un error lingüístico, sino de un signo de desorganización. Un consumidor que advierta el error puede pensar que la empresa no cuida suficientemente los detalles, y esto puede influir negativamente en su decisión de comprar el producto. En un mercado en el que la competencia es cada vez más feroz, perder un pequeño grupo de clientes puede tener un impacto significativo en las ventas.
3. El valor de la profesionalidad en la traducción:
El error de «Plostica» también nos enseña la importancia de contar con traductores profesionales. Una traducción no es solo cuestión de sustituir una palabra por otra, sino que requiere un profundo conocimiento del idioma, del contexto cultural y una gran atención al detalle. Un traductor experimentado no solo evita errores, sino que también es capaz de adaptar el texto a las especificidades del mercado de destino, asegurándose de que el mensaje se comunica correctamente.
Confiar en traductores no profesionales o utilizar traducciones automáticas puede parecer una solución económica, pero a la larga es una opción mucho más costosa. De hecho, los errores de traducción no solo afectan a la calidad del producto final, sino que también comprometen la percepción que el público tiene de la empresa y sus valores.
4. Conclusión: una inversión rentable
Reflexionemos sobre cuánto habría costado, en dinero y tiempo, corregir el error de «Plostica» en miles de vasos de papel pequeños. Probablemente, el coste de una traducción profesional, que habría evitado el problema desde el principio, habría sido inferior al de un café. Pero no es solo una cuestión de ahorro inmediato: es una cuestión de visión a largo plazo. Invertir en una buena traducción significa proteger la reputación, reforzar la imagen y, en definitiva, generar confianza en los clientes.
En los negocios, cada detalle cuenta, y cada palabra, por pequeña que sea, puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. No permitas que un error de traducción, como «Plostica», arruine tu marca. Invierte en traducciones de calidad y verás los beneficios con el tiempo.
Recuerda: a veces un error de traducción puede costar menos que un café, pero el daño que puede causar es mucho mayor que cualquier error de coste.
BBLTranslation: traducciones precisas para resultados impecables
En BBLTranslation, entendemos la importancia de una traducción perfecta, no solo lingüísticamente, sino también técnica y gráficamente. Estamos especializados en traducciones para el mundo de la impresión y el diseño, y trabajamos con formatos profesionales como archivos .idml, Illustrator e InDesign para garantizar que tu contenido esté listo para imprimirse sin errores. Cada proyecto se trata con el máximo cuidado para evitar imprecisiones y garantizar que su material promocional, embalaje o cualquier otro documento impreso sea perfecto en todos los sentidos.
Al confiar en nosotros, puedes estar seguro de que cada traducción no solo será precisa desde el punto de vista lingüístico, sino que también estará lista para su producción sin riesgo de errores gráficos. Porque cada palabra, cada detalle, cuenta cuando se trata de tu reputación.