Traductores e intérpretes voluntarios en grandes tragedias

El pasado 22 de marzo amaneció con la noticia de los atentados en el aeropuerto y el metro de Bruselas que han causado hasta el momento 31 víctimas mortales y más de 250 heridos. El pasado fin de semana, en España, un accidente de autocar en Tarragona causaba varios muertos y heridos de distintas nacionalidades. Son dos recientes y tristes ejemplos de tragedias que, de inmediato, activan protocolos para atender a todas las personas afectadas con la máxima rapidez y eficacia posible.
Hablamos de dos acontecimientos que se han dado en países con recursos para cubrir las necesidades de lo ocurrido, pero día a día se suceden accidentes, actos terroristas y prolongadas crisis humanitarias en países que, desafortunadamente, no disponen de economías sólidas para dar respuesta a lo que ocurre.
Es en este punto cuando la labor de los voluntarios es esencial para atender a los afectados, sean heridos y sus familiares en un accidente, enfermos en los países desfavorecidos, campos de refugiados, etc. La solidaridad de muchos profesionales de todo tipo de campos especializados hace que, cada día, muchas personas puedan ser atendidas y tengan, cuanto menos, algo de ayuda en situaciones muy difíciles.
Dentro de las miles de personas que se prestan voluntarias para desplazarse a los lugares donde se les necesite encontramos también a profesionales de la traducción e interpretación. Éstos realizan una gran labor que permite agilizar todos los procesos y ejercer como puente de comunicación. Sin duda, estamos hablando de una labor humanitaria encomiable, altruista y necesaria, ya que contribuyen a mejorar los procesos de comunicación en situaciones ya de por sí muy delicadas.
Como decíamos, la labor del intérprete como voluntario es todavía más destacable en los países donde no hay recursos para atender esta necesidad desde las propias administraciones.

Las funciones del traductor e intérprete

Si bien la actuación que realiza el traductor o el intérprete es la propia de su especialización, es importante detallar qué tipo de funciones acomete en las grandes tragedias, crisis humanitarias o países en guerra, por ejemplo. Una de las más importantes es su labor como enlace para que los heridos puedan ponerse en contacto con sus familiares, así como para que las instituciones del Estado puedan comunicarse con las familias de las víctimas mortales. De esta forma, una persona herida en un país extranjero podrá hablar con el intérprete para que éste traduzca a las autoridades lo que la víctima quiera decirles sobre cómo contactar con su familia, qué decirle o cualquier otro tipo de comunicación.
El hecho de tratar con procedencias muy diversas hace también que el intérprete sea un puente entre culturas, como por ejemplo entre la del país de origen de la víctima y el lugar de la tragedia. Estas diferencias culturales pueden ser motivo de conflicto o de falta de entendimiento entre ambas partes, es aquí donde el intérprete realiza una tarea vital para que todos los mensajes lleguen a buen puerto.
De la misma forma, las tragedias de este tipo (accidentes de transporte, atentados terroristas, etc.) tienen desde el primer minuto una intervención esencial de los servicios médicos, que en muchas ocasiones también necesitan que los intérpretes enlacen la comunicación con los heridos para conocer su estado, lo que les ha ocurrido o si tienen dolor, por ejemplo.
Por último, otros de los profesionales que intervienen siempre en tragedias de este tipo son los psicólogos. En este caso, los intérpretes también realizan un papel importante para que los mensajes entre psicólogo y paciente lleguen de forma correcta y tengan el efecto esperado.
Hemos mencionado solo algunos ejemplos de las funciones que pueden llegar a realizar los traductores e intérpretes en situaciones límite y que tan importantes son en el minuto a minuto tras la catástrofe. Lógicamente, además de su propia especialización en traducción o interpretación, la capacidad de afrontar con firmeza momentos de máxima dureza como los vividos en los últimos días es otra de las aptitudes que se requiere para actuar en este tipo de circunstancias.
Se trata de un punto de vista profesional pero, sobre todo, muy humano de intérpretes y traductores que actúan en muchos países cada día.