Hay muchas profesiones de riesgo que nadie querría ejercer por voluntad propia a no ser que estuvieran hechos de una pasta especial. Guardaespaldas, maquillador en la industria pornográfica, probador de comida en la corte real… e intérprete en inglés. Los traductores muchas veces tienen tiempo para organizar su trabajo cuando la herramienta es un archivo de texto, pero los intérpretes deben ejercer su profesión de forma simultánea, en vivo, y sin tiempo para consultar dudas. ¿Quieres conocer algunos ejemplos en los que estos profesionales hubieran deseado estar en cualquier otra parte?
Intérprete en inglés: 5 situaciones comprometidas
La expresión «tierra trágame» no tiene una traducción literal en inglés, pero si existiera, estos traductores bien podrían haber echado mano de ella…
1. Mourinho, el implacable
El entrenador portugués destacó en su paso por el Real Madrid por su carácter duro y sus salidas de tono. Pero no solo era exigente con sus futbolistas (y con la prensa, que sufrió varias de sus críticas) sino también el intérprete en inglés que le acompañaba en sus ruedas de prensa en el extranjero. Tal vez precisamente porque él mismo había ejercido esa profesión cuando era asistente de Sir Bobby Robson, The Special One no dejaba pasar ni una… En este caso, la persona que le acompañaba en las tareas de traducción simultánea se saltó la mitad de su discurso, ganándose la reprimenda del ex madridista.
2. Trump vs. Putin
Otro personaje conocido por su volcánico temperamento es el actual presidente de los Estados Unidos de América. En una conferencia de prensa a medias con su homólogo ruso, Vladimir Putin, se pudo comprobar la diferencia que mediaba entre los dos en cuanto a la experiencia en este tipo de ejercicios. Mientras Putin iba poco a poco, dejando espacio al intérprete para que fuera trasladando sus palabras al inglés, Trump lo decía todo de corrido, provocando más de un cortocircuito mental en el intérprete. ¿Le darían ganas a este profesional de decirle «you’re fired» al presidente americano?
3. Jürgen Klopp, el juguetón
No todos los entrenadores de fútbol son tan avinagrados como Mourinho. El entrenador alemán del Liverpool eligió una estrategia algo más amable para meterse con su intérprete en una burla que el asistente se tomó con el mejor de los humores posibles. Hércules tuvo 12 pruebas para demostrar su valía, y este buen hombre otras 5 para acreditar su talento y su… paciencia.
4. Pellegrini y su ataque de risa
Siguiendo en esta línea de comedia y distensión, el ex entrenador del Manchester City no pudo contener la risa ante el atropellado trabajo que estaba realizando este sufrido intérprete. Un momento… El pelo, las gafas… ¿No es acaso el mismo que había sufrido las burlas de Klopp? Tal vez el hombre debería ir pensando en cambiar de profesión.
5. Luis Enrique en la Torre de Babel
Parece que en esta rueda de prensa a Luis Enrique le llegaban las preguntas filtradas a través de un complejo sistema de vasos comunicantes… estropeados. Pese a la conocida mala uva del entrenador asturiano, acabó tomándoselo con humor y explicando el desaguisado ante los periodistas, que no podían creerse que le estuvieran preguntando por resultados futbolísticos que jamás se habían dado.
Bonus track: Zapatero, suspenso en inglés
Parece mentira que los entrenadores de fútbol, que no suelen destacar por sus capacidades intelectuales, dominen varios idiomas y al mismo tiempo estén siempre asistidos por intérpretes, mientras que los presidentes del gobierno español, a quienes se les presupone más capacidades, a veces se vean abandonados a su suerte. En este caso el intérprete en inglés podría decir «tierra, trágame», pero desde su casa y con cierta vergüenza ajena, acompañada de un lamento por no haber sido convocado ese día para trabajar.